martes, 14 de mayo de 2013

As the world falls down.

Y esta vez han pasado más de dos años. Dos años horribles, dos años en los que el mundo se ha ido a la mierda y queremos arreglarlo a golpe de panfleto, como si estuviéramos en el siglo XX. Y yo escribiendo mi propio panfleto anti-panfleto. Creemos que el problema no es nuestro, creemos que el problema viene de arriba y que somos una masa poderosa que puede enfrentarse al gobernante. Bien, las masas poderosas son precisamente para lo que el gobernante está entrenado. Hasta que no dejemos de utilizar la mente colmena la abeja reina siempre nos dominará. Dejémonos de quinces emes y chorradas por el estilo. No hace falta un movimiento de masas, hace falta un movimiento de individuos con los cojones suficientes para perder todo lo que han ganado en su vida para lograr un mundo mejor. Pero claro, faltan cojones. Faltan tantos cojones que hasta el auto-corrector me los intenta cambiar por cojines. En fin. Queremos ser revolucionarios pero no estamos dispuestos a perder nada. Preferimos pasar una vida de esclavos con tal de que nos dejen pegar un par de gritos en la plaza del pueblo y que parezca que hemos hecho algo. Vergüenza y asco es lo que siento al tener que escribir semejante atrocidad, sin embargo realidad.

Ayer mismo leí un artículo del señor Eduard Punset que decía que se sentía orgulloso de los valores morales de la juventud, de la juventud de mi generación, porque una tal María le había dicho que, tras dos años de búsqueda  había encontrado trabajo y que solo con eso era feliz. ¿A eso se ha reducido nuestra vida? ¿vivimos solo para trabajar y encima nos alaban cuando nos jactamos de ello? Valores morales... se supone que nuestra generación tiene "buenos valores morales" pues monetes a mí me parecen los peores valores que se puedan tener. Las leyes de los dioses se han olvidado y las leyes de los hombres ya no son tales sino que los hombres son los que pertenecen a las leyes. Vivimos sin libertades, sometidos a una sociedad insostenible que va engordando más y más bajo la falsa idea de que estamos todos unidos pero explíquenme como narices estoy unido yo a un señor llamado Hans que vive en Wolfsburg. De nuevo la mente colmena. Eso sí, la abeja reina está más difusa en este caso. Ahora me estoy metiendo en terrenos pantanosos de los que no tengo ni idea así que recularé un poquito y a partir de ahí que teorice el que entienda.

¿Sabéis lo más divertido de todo queridos monetes? Yo hoy no venía a hablar de ésto. Si bien es cierto que me parece una buena introducción a lo que quería comentar, me he ido por las ramas (¡Qué raro en mí!) Si que os quería hablar de crisis, de crisis de valores sobre todo pero también de crisis vocacional y es que cuando la vocación va ligada a un empleo y no a una forma de vida entonces, mis amigos, sí que estamos jodidos. Dicho ésto y sin haber expresado lo que realmente quería más que en un escueto resumen en dos frases.

Un abrazo monetes.
Espero continuar pronto ¿Quién sabe? lo mismo dentro de tres años